2022 – en curso

Sobre tres placas de celulosa he fotografiado escenas que simbolizan y construyen mi historia. La imagen se ha dejado latente y se ha velado a la luz. Por último, cada placa ha sido intervenida a mano con un texto que representa la escena fotografiada.

El concepto de imagen latente presente en la técnica fotográfica DOP (Developing out paper), señala la existencia de una imagen que aún no se ha manifestado, que existe pero que no puede verse, sino hasta después del proceso de revelado. Pero, ¿qué pasa cuando el soporte es velado antes de la posibilidad de que la imagen sea visible? ¿Podríamos decir que la imagen aún existe? ¿Su huella está presente en el soporte? ¿Su presencia, aunque sin ser visible, podría manifestarse de alguna manera? Este concepto y estas preguntas me sirven de base para construir una metáfora con mi historia personal marcada por una latencia imposibilitada de manifestarse. 

El abandono y separación en la infancia dejan una huella indeleble. Esta huella esta constituida por vacíos que configuran la imposibilidad de ser conscientes de una parte que es inherente a nosotros y que no puede encontrar el camino para manifestarse. Aquello existe, pero está oculto al igual que la imagen expuesta sobre el soporte y que se vela antes de ser revelada. El paso inexorable del tiempo que convierte en lejana e irrecuperable la infancia, es el velo que ocasiona que aquello que nos es inherente pierda su latencia y su capacidad de manifestarse clara y directamente. Sin embargo, a pesar del vacío y de la imposibilidad de mirarlo, aquello existe, aunque velado sigue existiendo y su posibilidad de SER terminará por encontrar otros caminos para revelarse. 

Ros Postigo

Septiembre, 2022